Llegó al teatro a finales de los sesenta, cuando se unió al grupo Teatro Estudio Lebrijano y en el que cantó en el Teatro de Nancy en abril de 1971. Cuando volvió de Francia fraguó La Cuadra de Sevilla, compañía de teatro fundaría posteriormente y por la que se endeudó hasta sus últimos días. Otras como “Andalucía Amarga”, “Herramientas”, “Los Palos”.
Entre sus obras destacan Quejío , en la que marca su estilo artístico alejado del estereotipo cultural andaluz y flamenco y cuyo propósito es dignificar el proletariado andaluz; y Carmen, en la que hace una revisión de la cigarrera y la representa como una gitana pobre y con conciencia de clase. En la misma primera incluye un caballo y posteriormente una plaza de toros donde se mataba al animal. La Generalitar de Cataluña prohibió que se representara la obra por la corrida de toro aunque la justicia estuvo a favor de Távora.
Su sello continúa en obras que se pueden disfrutar como "Quejío" y "Carmen"